Fue ministro egipcio de Antigüedades y, con sus documentales, ha realizado una labor fundamental en la difusión del arte de los faraones.
No es común encontrar un arqueólogo en Fitur. A menos que sea Zahi Hawass, un carismático personaje con muchos claroscuros, pero indisociable de la historia reciente de Egipto y de la arqueología, que cuenta con el indiscutible mérito de haber atraído al país africano a numerosos turistas en las últimas décadas. Sorprende verlo ahora, despojado de su cargo como mandamás del patrimonio egipcio, poniendo su rostro para atraer visitantes a un escenario convulso.
«Mi rostro es muy conocido, también en España. Pensaron que ayudaría. Sin turistas no hay dinero para la restauración ni para la conservación, ¡olvide la economía! ¡Hablo de algo preciado que pertenece a todo el mundo! Por eso estoy aquí, para pedir que la gente ayude a Egipto visitándolo.
-Además de turistas, hizo una labor importante atrayendo investigadores y patrocinadores, ¿existe un vacío ahora en ese sentido?
-Tras la revolución, mucha gente buena abandonó el país, y otros, que están cualificados, no están al mando. Si mira la historia, los egipcios siempre hemos tenido problemas. Hace 4.000 años hubo guerras durante 150 años seguidos, y después, un hombre fuerte vino del Sur y controló las tierras. Tengo esperanza en que el general El-Sisi sea el hombre que nos devuelva al camino correcto.
-Sin embargo, las excavaciones siguen. Hace unos días fue el rey Senebkay en Abidos, uno de los primeros faraones y anterior a los tres grandes de la meseta de Giza.
-Un gran descubrimiento que llega en un momento oportuno. Ha sido una gran sorpresa para mí. Este rey no es muy conocido, es de la XV dinastía. Nunca esperé que fuera descubierto en Abidos. Es un importante sitio de culto a Osiris. Muchos reyes de la XVIII dinastía están ahí enterrados, por eso es tan importante el descubrimiento.
-¿Porque podría haber una dinastía entera de reyes por descubrir?
-Exacto. En Egipto, un 70% de los monumentos están todavía bajo tierra. El descubrimiento de Abidos prueba esto. No teníamos tumbas de reyes de las dinastías XV y XVI, y estoy seguro de que, si este rey ha aparecido, todos los reyes de ese periodo deben estar cerca.
Cleopatra y Marco Antonio
-¿Ha tenido noticias recientes de Kathleen Martínez, la arqueóloga que dirige el proyecto para encontrar a Cleopatra en Taporisis Magna?
-Me llamó esta mañana. Está en Egipto ahora y empezará su trabajo la próxima semana. Ella está entusiasmada con que las tumbas de Cleopatra y Marco Antonio están ahí. En los últimos seis años hemos encontrado cosas importantes en los alrededores del templo. Una gran simetría. Las cabezas de las momias apuntan a la entrada del templo. Dentro, hemos encontrado estatuas y monedas de Cleopatra. Y esta es una buena prueba de que la teoría de Kathleen Martínez puede ser correcta. Espero que en 2014 el mundo contemple el descubrimiento de Cleopatra.
-Usted quería excavar también los túneles inexplorados de la Gran Pirámide, ¿qué esperaba encontrar ahí?
-Creo de verdad, que como dice el papiro de Westcar, Keops busca al Dios de la Sabiduría para poder diseñar su pirámide. Creo realmente que la Gran Pirámide está construida para ocultar su cámara funeraria, y que ésta está oculta tras esas puertas. Tenemos contacto con un equipo inglés y un robot diseñado en Hong Kong, pero tendremos que esperar a que haya estabilidad para empezar a trabajar.
La magia de Egipto
-En sus documentales, ¿se esfuerza por encarnar esas aspiraciones románticas de su profesión?
-Creo dos cosas. Una, he aportado ciencia muy importante a la arqueología. Dos, que Dios me dio el talento de saber cómo hablar al público. Y estoy orgulloso de haber llevado el arte y la magia de Egipto a los corazones de tantas personas alrededor del mundo. Los académicos que me odian por ello suelen andar besando el culo a los cámaras para salir en programas, que nadie ve. Yo nunca en mi vida he perseguido a una cámara, ellas me persiguen a mí
-¿A qué dedica su tiempo ahora?
-Escribir, dar clases... estoy tan ocupado como antes. Pero me siento mal por la arqueología. Ver el deterioro de los monumentos me hace infeliz.
-¿Tiene la ambición de volver?
-Si sucede un gobierno estable, estaré feliz de volver.
Patrimonio inseguro
Mientras hablamos, llegan noticias de atentados en El Cairo, coincidiendo con el tercer aniversario de la revolución. Proteger los monumentos es, para Hawass, «el mayor problema».
-¿Ha mejorado la seguridad del patrimonio con respecto a esos primeros días?
No. La policía está ocupada intentado mantener la estabilidad en las calles y abandonan los monumentos. Hay excavaciones ilegales, nocturnas, por todas partes. Están locos por encontrar oro y el mercurio rojo, ¡que es una leyenda, no existe! Por eso necesitamos un gobierno estable, para preservar estos monumentos.
-¿Cómo afrontó usted estos saqueos como Ministro de Antigüedades?
Yo tengo pasión por la arqueología, y estoy dispuesto a pagar con mi vida la preservación de ese patrimonio. Le dije al Primer Ministro que debía interferir o dimitiría, e interfirió. Pero los que están ahora al cargo no están haciendo nada.
Hawass recuerda lejanos los días en que el turismo era la mayor amenaza para el patrimonio egipcio y sus planes para construir réplicas exactas de las tumbas de Tutankamón, Seti y Nefertari.