Esna, en Egipto antiguo Iunyt o (Ta)senté, se llamó en griego Latópolis, por el pez Lates, que allí era tenido por sagrado y que estaba enterrado en un cementerio al oeste de la ciudad. En la misma zona hay enterramientos humanos desde el Imperio Medio al Período tardío.
El templo de Esna dista aproximadamente 200 metros del río y se encuentra en el centro de la ciudad moderna. Debido a la acumulación de escombros almacenados a lo largo de los períodos de ocupación, el templo queda ahora a 9 metros bajo el nivel de la calle. El paseo ceremonial, que probablemente unía el muelle con el templo, ha desaparecido. El muelle tiene cartuchos de Marco Aurelio y todavía está en uso. Los textos del templo lo relacionan con otros cuatro de la zona, tres al norte y otro en la orilla occidental; todos ellos han desaparecido, aunque en el siglo XIX aún podían verse algunas de sus partes. Recientemente ha salido a luz otro templo del mismo período en Kom Mer, a 12 km. Al sur.
El templo está dedicado a Jnum, junto a otras divinidades, las más prominentes de las cuales eran Neit y Heka, cuyo nombre significa “poder mágico” y que en este caso es una divinidad niño. Tal como se encuentra, consiste únicamente en una sala hipóstila que se ha conservado completa y cuyo muro occidental formaba el arranque del templo interior. Ese muro es anterior al resto, y conserva relieves de Ptolomeo VI Filometor y de Ptolomeo VIII Evergetes II. El resto de la sala hipóstila es el mayor templo del Período tardío que nos ha llegado conservado, y está decorado por dentro y por fuera con relieves de los siglos I-III d.C. Algunas escenas, especialmente las de los dioses y las del faraón poniendo redes a los pájaros, son las más impresionantes.
La característica más significativa de la decoración es la serie de textos escritos en sus columnas. Proporcionan una descripción abundante y detallada de las fiestas del año sagrado de Esna, presentado en la forma esquemática de un calendario y grabado también en una columna. Hay, además, una excelente pareja de himnos criptográficos a Jnum, uno escrito casi exclusivamente con jeroglíficos de carneros, y el otro escrito con cocodrilos.