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ELEFANTINA

Elefantina fue la capital del primer nomo del Alto Egipto, que probablemente fue anexionado a Egipto a comienzos del Período dinástico. El sitio tiene una importancia estratégica por ser la barrera natural inmediatamente al sur de la primera catarata y por la abundancia de yacimientos minerales cercanos; pero es una zona casi estéril y la ciudad siempre se vio obligada a importar alimentos de las regiones más al norte. Su existencia se debía a la guarnición  y el comercio. El significado corriente de la antigua palabra egipcia swenet, de la que derivó el nombre de Asuán, es el de “comercio”.

El núcleo urbano principal y el área de los templos de hallaba en el extremo meridional de la isla de Elefantina, que estuvo habitada casi permanentemente desde el I Período dinástico. Hasta el momento presente poco  puede decirse de la ciudad, que últimamente está siendo sometida a un programa de excavaciones a gran escala.

 

1. Nilómetro.
2. Templo de Jenum.
3.- Acuartelamientos de legionarios romanos.
4.- Plataforma monumental.
5.- Segundo Nilómetro.
6.- Templo Ptolemaico.
7.- Templo de Satis.
8.- Tumba de Heka-ib.
9.- Museo de Elefantina.
10.- Pequeña pirámide escalonada.

 

Estos trabajos han encontrado un importante depósito de figurillas votivas de comienzos del Período dinástico, parecidas a las de Kom el-Ahmar (Hierakónpolis), demostrando de manera indirecta que en esa época ya existía un templo. De finales del Imperio Antiguo sólo nos ha llegado un panel con relieves en madera, que cubría la entrada a una capilla conmemorativa de un personaje notable de la VI dinastía; las tumbas de tales nobles se encuentran al otro lado del río. Un monumento de carácter similar es la capilla funeraria de Heka-ib, un funcionario de la VI dinastía que recibió honores divinos después de su muerte y que siguió siendo objeto de un culto local hasta el Imperio Medio. De épocas posteriores hasta llegar al Período romano proceden unos fragmentos de relieves pertenecientes a los templos de Jenum, Satis y Anulis, la tríada de divinidades loc ales; pero no son estructuras completas y son pocos los elementos hallados in situ. No obstante, un templo con columnas de Amen-Hotep III estaba virtualmente terminado y completo hacia el año 1820, como lo estuvo una construcción de Thutmosis III. En el área de un templo dedicado a Alejandro IV se han excavado enterramientos de carneros consagrados a Jenum, que se fechan en el Período grecorromano. Las momias se envolvían  en trozos de primoroso papel dorado, algunos de los cuales se encuentran ahora en el vecino museo, y eran después colocadas en sarcófagos de piedra que se dejaban donde habían sido excavados. El monumento mejor conocido de la isla, y todavía visible, es el Nilómetro: una escalera con marcas que señalan los codos para medir la altura del río en la orilla este. Los niveles de inundación recordados en el monumento pertenecen al Período romano.

En la orilla occidental, al norte de la ciudad, en Qubbet el-Hawa (o “casa de los vientos” en árabe), hay excavadas en la roca tumbas pertenecientes a jefes expedicionarios en al Imperio Antiguo, monarcas del Imperio Medio y algunos funcionarios del Imperio Nuevo. Las tumbas de la VI dinastía, algunas de las cuales forman complejos grupos de familiares, contienen importantes textos biográficos, pro la decoración normalmente es escasa y provinciana. Mucho más impresionante, tanto por su arquitectura como por su decoración, es la tumba del noble Sarenput, perteneciente a la XII dinastía, aunque en la actualidad sólo conserva relieves en algunas zonas.

Las rocas de granito de la catarata, al sur de Elefantina, presentan marcas de cantería en varios puntos, y el área de canteras se extiende asimismo unos seis kilómetros al este del centro de la ciudad. Los restos más sorprendentes son un obelisco abandonado y un coloso casi completo en forma de momia. El obelisco revela algunos defectos, pero lo que no está claro es por qué nunca se traslado el coloso. Tanto en el río como en el suelo seco hay numerosos grafitos antiguos que rememoran expediciones de cantería o realizadas con un objetivo más general. El grupo mayor de tales grafitos se encuentra en la isla de Sehel, a tres kilómetros al sur de Elefantina.

Asuán contiene pocos restos visibles, probablemente porque allí se construyó permanentemente en el mismo sitio. Los dos diminutos templos del Período grecorromano probablemente representaban sólo una pequeña parte del área sagrada original.

 

© Insttituto Estudios Antiguo Egipto 2011

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