El contenido de esta página requiere una versión más reciente de Adobe Flash Player.

Obtener Adobe Flash Player

EDFÚ

El lugar de Edfu, cerca del río y alzándose sobre un ancho valle, constituía un sitio ideal para el asentamiento humano, ya que quedaba a salvo de la inundación sin aislarse, cercano como estaba a las proximidades del desierto. El templo ptolemaico formaba parte de un área más amplia, que se extendía al este y al sur bajo la ciudad moderna, la cual puede haber equilibrado los restos que se extendían al oeste. El lado occidental tiene un muro de circunvalación interno y otro exterior que se remontan al Imperio Antiguo. Una muralla posterior corre por fuera del segundo muro y puede atribuirse al primer Período intermedio. Dentro de los muros y por encima de los mismos quedan restos del Imperio Antiguo y de la ciudad grecorromana. El muro exterior coincide en una zona con el de finales del Imperio Antiguo, y con un área de tumbas  del primer Período intermedio, que se extiende más al oeste. Estas incluyen amplísimas mastabas y hay también fragmentos diseminados de estelas, estatuas y mesas de ofrendas pertenecientes al segundo Período intermedio y al Imperio Nuevo.

Sólo se ha conservado la base del pilón de un templo de Ramsés III. Está orientado, convencionalmente, hacia el Nilo, y debe ser parte de una estructura mucho menor que se alzó después. El templo posterior refleja la influencia de su predecesor mediante el alineamiento de una puerta en su primer patio con la que está entre los dos macizos del pilón primitivo. Ello forma un complejo con un pequeño pórtico que da al sur y, justo en la parte meridional de la puerta, con la casa del nacimiento, en ángulos rectos con el templo principal. El templo es el que mejor se conserva de Egipto, y constituye un verdadero arquetipo. Las inscripciones en las paredes, escritas en franjas horizontales en las zonas externas, proporcionan numerosos detalles sobre la construcción. Se empezó la obra el año 237 con Ptolomeo III Evergetes I. La parte interior estaba terminada el año 212 (con Ptolomeo IV Filopátor) y fue decorada hacia el año 142 (Ptolomeo VIII Evergetes II). La sala hipóstila exterior se construyó por separado, quedando completa el año 124 (con el mismo Ptolomeo VIII Evergetes II). Su decoración y la de otras partes exteriores estaba terminada el año 57. La obra se continuó, por lo general, con independencia de la situación política; pero quedó suspendida durante más de veinte años a causa de los disturbios que estallaron en el Alto Egipto bajo el reinado de Ptolomeo IV y Ptolomeo V Epifanes.

La orientación inusual del templo hacia el sur puede deberse a la naturaleza misma del emplazamiento. Después del pilón viene el patio –el único de los patios espaciosos que se ha conservado- que tiene columnas con capiteles pareados o de formas distintas, como sucede en otras construcciones de la época, y que confieren variedad a unas estructuras por lo demás uniformes. Las puertas conducen a la parte posterior del templo hasta una zona delimitada por un muro de piedra y que es continuación del muro exterior del patio. Las escenas e inscripciones tanto aquí como en la cara exterior del muro del recinto incluyen una lista de donaciones de tierra al templo, inscripciones por otra parte trasladadas probablemente de un original demótico, una narración de su fundación mítica y una grandiosa serie de relieves con un texto “dramático” de un cierto ritual en el que el dios Horus derrotaba a su enemigo Seth.
  
Una característica sorprendente de la parte inferior del templo es la sutil explotación de la luz o de la sombra. Algunas estancias son completamente oscuras, mientras que en otros puntos de templo, la luz llega a través de las aberturas que existen entre las columnas, por las rendijas del techo o en el ángulo que forman el techo y el muro. Progresivamente se va de la luz a la sombra, recibiendo el santuario la iluminación sólo desde el eje. El efecto de todo ello debió de ser incomparablemente más intenso cuando los relieves conservaban sus colores originales.

La naos (celda interior) monolítica de sienita muy pulida del santuario puede haber contenido una capillita de madera con la imagen cúltica del dios, probablemente de unos 60 cm. de altura y tallada a su vez en madera y recubierta de oro y piedras semi preciosas. Es el objeto más antiguo del templo, de tiempos de Nectanebo II.

Las zonas exteriores de la casa del nacimiento están muy deterioradas; pero el santuario y el ambulatorio se conservan bien. En la parte sur del ambulatorio los relieves se encuentran al abrigo del predominante viento del norte. Algunos hasta conservan su colorido, dando una idea del efecto que debían de producir las amplias gamas de tonalidades que se emplearon en aquella época.

Como ocurrió con otros templos tardíos, el de Edfu perdió los muebles y el equipamiento que poseía cuando quedó fuera de uso. Por ello, podemos considerarnos afortunados de poder contemplar la pareja de estatuas colosales de halcones que flanquean la entrada, así como el que estaba en la puerta de la sala hipóstila. Un grupo de muchachos desnudos, de dimensiones superiores al tamaño natural –referido probablemente al joven dios Ihy o Harsomtus-, que ahora yace en e patio, debió también formar parte de la monumental decoración del templo, aliviado la austera apariencia que ahora ofrece.

 

© Insttituto Estudios Antiguo Egipto 2011

e-mail: antiguoegipto2@gmail.com 915765795 Portada |Cursos |Aula |Actividades |Noticias|Viajes |Foro